Los problemas de ansiedad son una de las demandas más frecuentes en las consultas de psicoterapia, psicoanálisis y psiquiatría.
Este artículo está pensado para explicar en profundidad qué es la ansiedad, cómo se manifiesta y cuáles son las opciones de tratamiento de la ansiedad en Madrid, todo ello tomando como referencia los conceptos de trastorno adaptativo con ansiedad y el concepto de ansiedad desde el psicoanálisis.
- Estrés, activación y desajuste
- ¿Qué es la ansiedad?
- Ansiedad normal vs. ansiedad patológica
- Manifestaciones clínicas más comunes de la ansiedad
- Causas y desencadenantes
- Ansiedad como trastorno adaptativo
- Diagnóstico diferencial de la ansiedad en Madrid
- Tratamiento de la ansiedad en consulta, desde un abordaje psicoterapéutico y psicofarmacológico
- Ansiedad en niños y adolescentes
- Pronóstico y prevención
- Conclusión
Estrés, activación y desajuste
La vida implica inevitables circunstancias, que la mayoría de los seres humanos aprenden a manejar adaptando sus respuestas bio-psico-sociales a esas circunstancias, para así superarlas.
Todo estimulo, situación o acontecimiento que impacte en el individuo y le obligue a esfuerzos de tipo adaptativo constituye un acontecimiento estresante; por ejemplo: un cambio de trabajo, una perdida como la muerte de un ser querido, etc.
El acontecimiento estresante puede afectar tanto a individuos como a grupos.
El impacto y la respuesta global personal, biológica y conductual ante el acontecimiento estresante constituyen el ESTRÉS.
En el estrés están implicados dos elementos fundamentales:
- Por un lado, una toma de conciencia de la demanda o amenaza impuesta.
- Por otro la respuesta neuro-fisiológica con activación de la vigilia (arousal), la cual se expresa al menos inicialmente, como una mejora del rendimiento (curva de Yerkes-Dodson.)
La sociedad en la que vivimos de una forma acelerada, donde el estrés laboral, los cambios constantes y las presiones sociales son muy intensos, pueden derivar en un malestar que supera las capacidades normales de afrontamiento del individuo como de los grupos sociales.
¿Qué es la ansiedad?
Definición de la ansiedad desde el punto de vista adaptativo
La ansiedad desde un punto de vista adaptativo es una respuesta del organismo ante situaciones que interpreta como amenazantes, es lo que definimos como ANSIEDAD REALISTA.
Las situaciones de un mayor estrés producen un aumento de la ansiedad que moviliza recursos psicológicos y fisiológicos que nos preparan para responder ante un determinado problema (motivación) y aumentan también de forma deseable la performance o eficacia. Ejemplo: ante un examen, se presta mayor atención al estudio, se está motivado (“normalmente ansioso”) y mejora la performance (“se rinde más, se memoriza más … “)
La ansiedad es parte del sistema de supervivencia del ser humano, activando el cuerpo ante estímulos que se perciben como peligrosos. Sin embargo, de incrementarse o mantenerse el estrés, tarde o temprano se produce una disminución o alteración de la respuesta (curva de YerKes-Dodson).
El momento crítico en el cual la curva de rendimiento disminuye varía de persona a persona y también en el mismo sujeto de acuerdo a su circunstancia vital.
La activación fisiológica ante la ansiedad incluye un aumento del ritmo cardíaco, hiperventilación, tensión muscular y liberación de cortisol. Todo esto permite al cuerpo prepararse para la acción. En niveles bajos o moderados, esta activación es beneficiosa, pero en niveles elevados y persistentes, provoca agotamiento emocional y físico, que altera la calidad de vida.
Según la curva de Yerkes-Dodson, un nivel moderado de ansiedad puede mejorar el rendimiento. No obstante cuando ese nivel se sobrepasa, se genera un deterioro en la eficacia de la respuesta, apareciendo síntomas que interfieren en la vida diaria.
La situación de “Óptimos” es cuando con incrementos de ansiedad normal o motivación, se llega a un óptimo de relación ansiedad-performance en la que hay un máximo rendimiento o eficacia. Ejemplo: el máximo rendimiento intelectual que se obtiene cuando se está bien motivado para preparar un examen.
A partir de este “Óptimos”, mínimos aumentos de la ansiedad generan una disminución rápida de la performance, pudiéndose llegar a un rendimiento y eficacia nulos cuando aumenta esta. Ejemplo aumentar la ansiedad ante un examen más allá de los óptimos, disminuye progresivamente la performance llegándose a “tener la mente en blanco” o “estar bloqueado” (rendimiento y eficacia nulos.)
Definición de la ansiedad desde el punto de vista del psicoanálisis
La ansiedad desde del psicoanálisis entiende que esta también puede activarse y mantenerse sin un peligro real (consciente), pues su activación es por un peligro que proviene del inconsciente, constituyéndose la ANSIEDAD NUERÓTICA.
La ansiedad es una señal de alarma del yo ante un peligro interno como el retorno de deseos reprimidos, los conflictos inconscientes o las pérdidas de objetos significativos. Es la manera que tiene la psique de advertir que algo no está siendo procesado o simbolizado adecuadamente.
Desde el punto de vista del psicoanálisis, la ansiedad no se entiende únicamente como una reacción biológica o cognitiva al estrés, sino como una manifestación psíquica profunda, con raíces inconscientes. No se trata de un simple “exceso de preocupación”, sino de una señal del conflicto interno entre deseos, pulsiones y las normas que los reprimen.
Freud distinguió dos tipos principales:
- Ansiedad realista: reacción ante un peligro externo.
- Ansiedad neurótica: surgida del conflicto entre el ello (pulsiones) y el yo o el superyó (censura), especialmente cuando una pulsión prohibida amenaza con emerger a la conciencia.
Para el psicoanálisis, la ansiedad es siempre una señal, no el problema en sí. Por eso, su tratamiento no busca eliminarla de inmediato, sino entender su origen simbólico: ¿qué conflicto inconsciente está anunciando?, ¿qué deseo no reconocido está irrumpiendo?
Esta perspectiva hace que el abordaje terapéutico no se centre tanto en calmar los síntomas, sino en dar sentido al sufrimiento para que la ansiedad pierda su función sintomática.
Ansiedad normal vs. ansiedad patológicA
La ansiedad normal es proporcional al estímulo y desaparece cuando éste cesa. Por ejemplo, sentir ansiedad antes de una entrevista de trabajo o una exposición pública puede ayudarnos a estar más atentos.
La ansiedad patológica, en cambio es muy intensa y desproporcionada, persistente en el tiempo y es incapacitante pues produce un malestar significativo como consecuencia de un exceso de estrés o en otros casos como consecuencia de un conflicto psicológico interno.
La ansiedad patológica se convierte entonces en un problema de salud mental y requiere la atención de un profesional
Manifestaciones clínicas más comunes de la ansiedad
- Palpitaciones y sensación de falta de aire
- Preocupación excesiva y difícil de controlar
- Tensión muscular y fatiga constante
- Dificultad para dormir o despertares frecuentes
- Pensamientos catastróficos o anticipación de desgracias
- Sensación de pérdida de control o miedo a volverse loco
- Irritabilidad, dificultad para concentrarse, sensación de despersonalización o desrealización
Estos síntomas pueden aparecer en diferentes grados y en diversas combinaciones, dando lugar a distintos tipos de trastornos que cursan con ansiedad, como el trastorno de adaptación, el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico, el trastorno obsesivo-compulsivo, las fobias específicas o la fobia social.
Además de estas patologías de carácter neurótico, también la ansiedad es el síntoma más importante del trastorno límite de personalidad. Otras patologías como las adiciones, estados psicóticos, etc. también presentan un importante monto de ansiedad.
Causas y desencadenantes
La ansiedad puede surgir de forma repentina o como respuesta a situaciones de cambio, pérdida o presión mantenida en el tiempo tanto de estímulos externos como internos.
El modelo de los trastornos adaptativos nos ofrece una perspectiva clave: el factor estresante es el desencadenante.
Este modelo integra el factor de ansiedad realista con el de ansiedad neurótica, ya que incorpora que la intensidad de la reacción depende de la vulnerabilidad del individuo.
Es por ello que no todas las personas reaccionan igual ante una misma situación.
Entre los factores de riesgo se incluyen:
- Pérdida de un ser querido
- Problemas laborales o económicos
- Rupturas sentimentales
- Cambios escolares o laborales
- Conflictos familiares
- Historia de trauma infantil
- Factores genéticos o neurobiológicos
- Temperamento ansioso desde la infancia
- Falta de habilidades sociales o estrategias de afrontamiento
Es importante tener en cuenta que muchos cuadros de ansiedad se inician en la infancia o adolescencia, y pueden permanecer latentes hasta que se activan en la adultez por un evento estresante significativo.
Ansiedad como trastorno adaptativo
El trastorno de adaptación con ansiedad se produce cuando una persona no consigue adaptarse adecuadamente a un estresor identificable.
Son reacciones muy intensas a un hecho estresante de la vida suficientemente severas para entorpecerla, pero no lo suficientemente severas para ser un trastorno mayor de depresión.
No hay forma de predecir que tipo de persona tiene posibilidad de sufrir un trastorno de adaptación, pero sí que están determinados por una predisposición de vulnerabilidad individual determinada por:
- susceptibilidad biológica a la ansiedad,
- inteligencia,
- las destrezas sociales,
- las estrategias para hacer frente a esta situación
- por supuesto también están determinadas desde la psicología profunda por el grado de adaptación de los mecanismos de defensa del aparato psíquico del individuo.
Son siempre consecuencia de un estrés agudo grave o de una situación traumática sostenida y en ausencia de ellas sabemos que no se hubiera producido este trastorno.
La mayoría de los síntomas pueden disminuir sin tratamiento con el paso del tiempo, sobre todo al desaparecer el estresor, pero en otras ocasiones no es así constituyéndose un trastorno de adaptación.
Esta entidad diagnóstica se caracteriza por:
- Síntomas ansiosos significativos.
- Humor deprimido
- Preocupación
- Sentimiento de incapacidad para afrontar los problemas, planificar el futuro o poder continuar la situación presente.
- Cierto deterioro de la rutina diaria (trabajo o escuela)
- Inicio dentro de los tres primeros meses desde el acontecimiento desencadenante
- Afectación funcional moderada pero clínicamente relevante
- Duración limitada (inferior a 6 meses desde que cesa el estresor)
Existen varios subtipos clínicos:
- Por su duración:
- Agudo: perdura menos de 6 meses.
- Crónico: perdura más de 6 meses.
- Por los síntomas predominantes:
- Con estado de ánimo deprimido.
- Con ansiedad.
- Mixto ansiedad-depresión.
- Mixto con alteración de las emociones y de la conducta.
Este diagnóstico permite intervenir de forma precoz, evitando la cronificación del cuadro y la aparición de trastornos más graves como los trastornos depresivos mayores o los trastornos de ansiedad generalizada.
Se deberá hacer un diagnóstico diferencial con:
- Fluctuaciones normales del estado de ánimo.
- Trastornos mentales principales (trastorno depresivo mayor, trastorno de pánico, trastorno por estrés postraumático, trastorno de ansiedad generalizada, psicosis reactiva breve).
- Neurosis y trastornos de la personalidad.
Diagnóstico diferencial de la ansiedad en Madrid
Es importante diferenciar la ansiedad según el trastorno al que acompaña:
- Trastorno de ansiedad generalizada: ansiedad persistente sin un estímulo concreto
- Trastorno por estrés postraumático: aparece tras un evento traumático extremo
- Trastorno depresivo mayor: predominan el ánimo bajo, la anhedonia y la apatía
- Fobias específicas: temor irracional ante un objeto o situación concreta
- Trastorno obsesivo-compulsivo
- Trastorno de la personalidad
- Trastorno de pánico: episodios súbitos e intensos de ansiedad con sensación de muerte inminente
Para ello, en mi consulta realizo una evaluación completa: anamnesis, historia de vida, contexto psicosocial, exploración psicopatológica y, si es necesario, pruebas psicométricas.
También es fundamental descartar causas médicas como hipertiroidismo, hipoglucemia o problemas cardiacos.
Tratamiento de la ansiedad en consulta, desde un abordaje psicoterapéutico y psicofarmacológico
En mi consulta de psicoterapia, psicoanálisis y psiquiatría de Madrid, abordo los trastornos de ansiedad de forma individualizada, basándome en un enfoque integral que combina la psicoterapia psicoanalítica que será el tratamiento de elección en la mayoría de los casos con el tratamiento psicofarmacológico.
Ofrezco un enfoque especializado de tratamiento de la ansiedad en Madrid, centrado en las necesidades particulares de cada paciente, teniendo siempre en cuenta tanto su historia clínica como el momento actual del cuadro clínico.
El tratamiento debe adaptarse al perfil clínico del paciente (diagnostico). Este está basado en la alianza terapéutica y la evolución progresiva del cuadro clínico.
En ciertas ocasiones es necesario prescribir al principio tratamiento farmacológico y raras veces acompañamiento terapéutico.
En el momento de programar un tratamiento deberá tenerse en cuenta:
- La edad: niño, adolescente o adulto.
- El estado general de salud y la historia médica.
- La expresión de los síntomas.
- Diagnostico.
- La tolerancia a determinados medicamentos o terapias.
El objetivo del tratamiento estará basado en:
- Aliviar los síntomas.
- Ayudar a lograr un nivel de adaptación comparable al nivel de desempeño que presentaba el individuo antes del hecho estresante.
- Reestructuración y reforzamiento del sistema de soporte social. Se debe facilitar nuevos elementos de apoyo, entre los que destaca la proporcionada por una positiva relación emocional médico-paciente.
a) Psicoterapia psicoanalítica
Si el perfil clínico corresponde con un trastorno de adaptación se recomienda un tratamiento multimodal, que incluye psicoterapia individual de orientación psicoanalítica, cuyo enfoque clínico se basa en los principios del psicoanálisis, pero adaptado a un formato más breve y focalizado.
Los objetivos de esta psicoterapia son:
- Facilitar nuevos elementos de apoyo entre los que destaca lo proporcionado por una positiva relación emocional médico-paciente.
- Identificación de los factores de personalidad que favorecieron la continuidad de la patología, buscando su manejo asociado al aprendizaje y la asimilación positiva de la experiencia.
- Mantenimiento de contactos posteriores de seguimiento evaluativo para prevenir en desarrollo de nuevas patologías.
Debe evitarse la ganancia secundaria pues ello hace que no progrese su capacidad de introspección y refuerza sus síntomas., por lo que al paciente no se le debe eximir de sus responsabilidades ni sociales ni laborales.
Si el perfil clínico corresponde con un trastorno neurótico o trastorno de la personalidad, el objetivo no es únicamente aliviar los síntomas, sino comprender el significado profundo de la ansiedad en la vida psíquica del paciente, sus conflictos inconscientes y sus patrones relacionales repetitivos. El tratamiento será de una “psicoterapia de orientación psicoanalítica de carácter profundo”.
¿Qué caracteriza a esta terapia?
- Explora el origen inconsciente de la ansiedad
No se centra solo en el “aquí y ahora” o en técnicas de control, sino en descubrir por qué la ansiedad aparece, qué representa y qué conflicto interno la provoca. - Trabaja con la transferencia
La relación entre paciente y terapeuta se convierte en un espacio clave donde se actualizan vínculos pasados. Esto permite comprender cómo las relaciones tempranas influyen en el modo actual de experimentar el mundo, incluidos los síntomas ansiosos. - Ayuda a simbolizar el malestar
La ansiedad muchas veces aparece como una experiencia psíquica que no ha podido ser representada (palabras, imágenes, sentido). El tratamiento ofrece un espacio donde poner palabras al sufrimiento y transformarlo. - No busca eliminar la ansiedad de inmediato
A diferencia de otras terapias, no se plantea como meta urgente “hacer desaparecer el síntoma”, sino comprenderlo, porque la ansiedad es vista como una defensa, una señal. Al entender su origen, el síntoma pierde sentido y se debilita.
¿Cómo actúa en la práctica?
- El paciente es invitado a hablar libremente (asociación libre).
- El terapeuta escucha más allá del contenido literal: silencios, contradicciones, repeticiones.
- Se interpreta no solo lo que se dice, sino cómo y cuándo aparece.
- A lo largo del proceso, se hacen visibles patrones emocionales antiguos que siguen activos (por ejemplo: miedo al abandono, culpa inconsciente, exigencia interna excesiva…).
¿Para quién está indicada?
- Personas cuya ansiedad tiene raíces profundas, con historia de malestar emocional crónico.
- Quienes ya han probado enfoques más directivos sin cambios sostenidos.
- Aquellos que quieren comprender su mundo interno, más allá de “aprender a relajarse”.
En resumen, la terapia de orientación psicoanalítica en la ansiedad no actúa sobre el síntoma, sino sobre su causa. Busca que el paciente transforme su relación con el conflicto interno, facilitando cambios duraderos.
b) Psicoterapia sistémica o familia
La terapia familiar, orienta su objetivo a la introducción de cambios necesarios en la familia a fin de favorecer el factor protección, al mejorar y fomentar:
- El conocimiento de las dificultades del individuo.
- La capacidad de comunicación .
- La interacción entre los miembros de la familia.
- El apoyo mutuo.
- En casos donde hay conflictos relacionales o familiares, la terapia sistémica permite modificar patrones de comunicación disfuncionales y reforzar los apoyos sociales.
Es especialmente útil en adolescentes o personas con una red familiar intensa.
c) Psicoterapia grupal o de apoyo
Indicada cuando existe aislamiento o dificultad para expresar emociones. Muy indicada en los adolescentes. El grupo funciona como un espacio de contención y validación emocional, y permite compartir experiencias similares.
d) Tratamiento farmacológico
Solo excepcionalmente son un tratamiento único.
Se reserva para casos moderados o graves. Es especialmente indicado cuando el paciente no se beneficia de la psicoterapia a corto plazo.
Debe administrarse con cautela, vigilando la fármaco-dependencia y debe ser de corta duración
Se emplean ansiolíticos, antidepresivos (ISRS), o, en situaciones en las que la ansiedad bordea la crisis de angustia antipsicóticos a dosis bajas.
Agregar tratamiento psicofarmacológico durante un periodo determinado de tiempo ( por ejemplo, 2-3 semanas en el caso de los ansiolíticos, 12 meses en el caso de los antidepresivos) puede facilitar la psicoterapia y reducir los síntomas, con lo cual se permite al paciente emplear de mejor modo las estrategias para adaptación disponibles.
La elección específica del fármaco depende de la intensidad de los síntomas, la historia previa del paciente y su tolerancia. Ejemplo: Si hay una gran inhibición el antidepresivo debe ser estimulante.
Ansiedad en niños y adolescentes
En la población infanto-juvenil, la ansiedad puede manifestarse con regresiones, dificultades escolares o alteraciones conductuales. Algunos signos de alerta en niños y adolescentes son:
- Evitación escolar
- Quejas somáticas (dolor de cabeza, dolor abdominal)
- Irritabilidad y cambios de humor
- Insomnio o terrores nocturnos
- Conductas regresivas como enuresis o succión del pulgar
Cuando un niño está ansioso debe valorarse su contexto situacional, etapa de desarrollo y redes de apoyo.
También es fundamental trabajar con los padres para fortalecer el entorno protector del menor.
Pronóstico y prevención
La mayoría de los cuadros de ansiedad tienen un pronóstico favorable cuando se diagnostican y tratan a tiempo. El tratamiento adecuado -individualizado, y sostenido en el tiempo permite que muchas personas puedan retomar su vida habitual con bienestar y autonomía emocional. El alivio de los síntomas no es instantáneo, pero con una intervención adecuada, es posible lograr mejoras significativas a medio y largo plazo.
Existen factores que influyen positivamente en el pronóstico:
- Inicio temprano del tratamiento
- Buena alianza terapéutica entre paciente y profesional
- Apoyo familiar y social estable
- Ausencia de comorbilidades psiquiátricas graves
- Compromiso activo del paciente con el proceso terapéutico
No obstante, en algunos casos, la ansiedad puede cronificase, especialmente cuando no se atiende en sus fases iniciales o cuando está asociada a trastornos de personalidad, experiencias traumáticas no resueltas o entornos vitales estresantes mantenidos.
La cronificación conduce a la aparición de depresión, ansiedad crónica o consumo de sustancias psicoactivas. En estos pacientes, el objetivo del tratamiento puede ser el control sintomático y la mejora de la calidad de vida, más que la remisión completa.
Existen estrategias eficaces tanto a nivel individual como social. La prevención primaria busca reducir la aparición de trastornos ansiosos promoviendo estilos de vida saludables y desarrollando recursos emocionales. Algunas medidas preventivas incluyen:
- Educación emocional desde edades tempranas: enseñar a identificar, expresar y manejar las emociones desde la infancia fortalece la salud mental.
- Promoción del autocuidado y los hábitos saludables: dormir bien, alimentarse adecuadamente, hacer ejercicio regular y mantener espacios de ocio son pilares clave para el equilibrio emocional.
- Entrenamiento en habilidades de afrontamiento: la tolerancia a la frustración, la resolución de problemas y la gestión del estrés son competencias que se pueden aprender y prevenir crisis futuras.
- Intervención precoz ante eventos estresantes: cuando una persona atraviesa una pérdida, un divorcio o una situación traumática, la atención temprana reduce el riesgo de desarrollar un trastorno de ansiedad.
- Redes de apoyo emocional: contar con vínculos seguros y espacios de contención (familiares, amigos o profesionales) amortigua el impacto del estrés y protege frente al aislamiento.
También es importante visibilizar la ansiedad como un problema legítimo de salud mental. La normalización del sufrimiento emocional y el acceso a un tratamiento adecuado son parte fundamental de la prevención a nivel. La detección temprana en el ámbito escolar, laboral o familiar puede marcar una diferencia crucial en el pronóstico.
Buscar ayuda cuando se padece ansiedad no es señal de debilidad, sino un acto de responsabilidad con uno mismo. Muchas personas viven atrapadas en el malestar, convencidas de que “ya se les pasará”, o temiendo ser juzgadas por pedir ayuda. Sin embargo, comprender que la ansiedad es una señal de que algo interno o externo necesita atención puede cambiar profundamente el modo en que uno se relaciona con su propio sufrimiento.
Cuando vengas a mi consulta en Madrid, diseñaré contigo un tratamiento individualizado. No todas las personas con ansiedad necesitan lo mismo, porque no todas las ansiedades son iguales. Mi enfoque se basa en escuchar con profundidad tu historia, tus síntomas y el sentido que tienen en tu vida. A partir de ahí, elaboraremos juntos un recorrido terapéutico que tenga en cuenta tus necesidades, tu momento vital y tus recursos psíquicos.
Es importante tener en cuenta que muchas veces, la ansiedad no es un obstáculo aislado, sino una expresión de conflictos más amplios: inseguridades, traumas pasados, duelos no elaborados, vínculos difíciles o exigencias internas imposibles de sostener. Por eso, nuestro objetivo no es solo reducir síntomas, sino acompañarte a encontrar un mayor equilibrio interno, una mayor libertad emocional y un sentido más profundo del bienestar.
Además, si bien la ansiedad puede presentarse como algo disruptivo, también es una oportunidad de transformación. El trabajo terapéutico permite transformar ese sufrimiento en una vía de crecimiento personal.
No estás solo/a. La ansiedad tiene tratamiento, y puedo ayudarte a recuperarte y retomar el control de tu vida.