La educación del niño no sería completa si su manejo del dinero y del fomento del ahorro no formara parte de la ideología familiar, escolar y social. Que son los tres ámbitos en los que se desenvuelve.
La sociedad moderna está perdiendo los valores tradicionales de fomentar el ahorro en los niños, lo que consecuentemente colabora en el detrimento de los aspectos de maduración de estos.
Es por ello por lo que hacemos una reflexión sobre cómo fomentar el ahorro en los niños.
EL DINERO Y EL NIÑO
El tema económico está presente en el niño desde los primeros años de vida, no solo por los importantes gastos que la crianza genera a los padres; y por el peligro de que nuestro pequeño se trague una moneda sin querer como así sucede con cierta frecuencia. En el país valenciano había una tradición de primeros del siglo XX, de que sin un niño se tragaba una moneda había que llevarlo corriendo al obispo de la diócesis, pues este era tan pedigüeño y ávido en la petición de limosnas, que seguro encontraría la forma de sacar la moneda.
También forma parte de las conversaciones de padres y familiares, que frecuentemente se refieren al dinero. El dinero forma parte de la realidad del niño que se va a ir encontrando. Por lo tanto será conveniente iniciar progresivamente al niño en este tema según su edad.
Así mismo, consideramos muy útil que los padres en la educación de sus hijos, no solo eduquen en el manejo del dinero, sino también como fomentar su educación en el ahorro.
ADQUISICION DEL CONCEPTO DE DINERO
Este se produce sobre los 4-5 años, momento este en el cual adquiere el concepto de lo que es el dinero y para lo que sirve. Toda esta información que el niño recibe, forma parte de la normal adquisición de conceptos y conocimientos a adquirir y que le van a ser muy necesarios para su vida.
LO AFECTIVO Y EL DINERO
En muchas ocasiones podemos ver la estrecha relación que existe entre las demandas de caprichos del niño que cuestan dinero y las demandas afectivas que están por debajo de esa petición en niños muy dependientes o muy deprivados de los afectos de los padres.
Todos conocemos los errores que en las maduración del niño y del adolescente se producen, cuando si por enfermedad del niño o adolescente, o por la separación de los padres, estos por sentimiento de culpa satisfacen todos sus deseos, intentando compersar una perdida afectiva con caprichos, viajes o dinero.
“En parte el dinero se debe ahorrar, el afecto por el contrario se debe derrochar”
También la rivalidad entre hermanos se pone de manifiesto a través de las frecuentes riñas entre estos por los juguetes o por el dinero,
USO DEL DINERO POR EL NIÑO
También se utiliza en esta edad el dinero como premio o castigo, pues lo que le compran o no es através del dinero.
La asignación de una paga en esta edad, va a ser algo muy conveniente para él. La paga está destinada a organizar mentalmente los deseos e impulsos del niño, a desarrollar una necesaria capacidad de espera y frustración y a terminar de interiorizar los límites que hasta entonces ponían los padres. Esta paga debe ser semanal ya que en el mundo del niño la temporalidad es a muy corto plazo. Cuando el niño se hace mas mayor se puede hacer mensual.
LA HUCHA: ENSEÑAR A AHORRAR
Cuando el niño es pequeño será conveniente que tenga “su hucha” y ello puede ser un excelente y divertido regalo, como las huchas en forma de cerdito. Esta a diferencia de una cuenta bancaria es algo concreto que formara parte del pensamiento concretizado del niño pequeño. Esta forma parte de su identidad, ya que necesita diferenciarse de la de los padres y hermanos. También es un objeto de juego en el que se depositan fantasías y expectativas.
Al hacerse mayores estos niños, será la cuenta bancaria que en el niño será en forma de cartilla de ahorro infantil, pues ya nos encontramos con un pensamiento más abstracto y desarrollado.
Hucha y cartilla de ahorro infantil serán las encargadas de instaurar límites en el gasto y por tanto en los impulsos. Los frecuentes regalos económicos por abuelos y demás familiares deben ir a esta hucha o a esta cartilla y puede ser muy útil repartir este dinero en una parte pequeña destinada a gastar de inmediato y según los deseos del niño y otra que se ingresa destinada al ahorro y que demora sus deseos de inmediatez pero no los anula totalmente.
TAREAS DOMESTICAS Y AHORRO
Siempre será positivo que los niños se incorporen a los trabajos domésticos. Inicialmente responsabilizándose y haciéndose cargo de las tareas de cuidarse a sí mismos (ducharse, vestirse etc..) y también de su mundo propio circundante (arreglar su habitación, hacer sus deberes, ordenar sus juguetes etc..). Todo ello favorece su autonomía e independencia, mejorando su autoestima y no debe ser necesariamente premiado.
Cuando se hace mayor el niño debe colaborar en los trabajos domésticos generales, no es entonces cuando debe darse un incentivo económico ya que su colaboración debe estar basada en un concepto de responsabilidad y colaboración y no en un incentivo económico o material, este debe estar reservado solo para su colaboración en trabajos o tareas extraordinarias que podrán ser recompensadas con una parte para gastar y otra para el ahorro.
ENSEÑARLES A AHORRAR LES AYUDA A MADURAR
El concepto y el desarrollo del ahorro en el niño forma parte del proceso de maduración. El ahorro desarrolla su capacidad de demorar la satisfacción, de pensar anticipadamente y no actuar por impulsos, etc… por lo que este concepto debe ser fomentado tanto en la familia como en el colegio que son los dos espacios relacionales y de influencia del niño.
EL AHORRO COMO UN VALOR A TRANSMITIR
El ahorro a diferencia del gasto y el consumo deben ser valores de la familia. Bien es cierto que es la identificación con padres y familiares es lo que hace que el niño aprenda estos valores. Consecuentemente si los padres de un niño no actúan según estos valores de previsión y menor consumismo, difícilmente se podrá identificarse con estos valores. Los padres son el ejemplo para el niño.
EL AHORRO Y EL COLEGIO
Como decimos es también el colegio un trasmisor de valores y modelo de identificación a través de la forma de actuar de los profesores, de las normas del funcionamiento del centro que no favorezcan valores consumistas y a cortoplacistas. Las frecuentes charlas organizadas por las APAS pueden ser un marco idóneo para la trasmisión de estos valores. También la creación de talleres psico-educativos con niños y padres en relación al ahorro pueden ser muy útiles.
TAMBIEN A TRAVES DE LOS MEDIOS DE COMUNICACION
El bombardeo mediático que fomenta el consumo se une a la familia y colegio en la trasmisión de valores en el momento actual. Según sean estos valores el niño encontrara modelos identificatorios , que podan ser consumistas o bien no consumistas y de ahorro.
En mi opinión gubernamentalmente se debería fomentarse en los medios de comunicación modelos de identificación no consumistas y que no busquen una gratificación inmediata.
Si ello no es posible, sera útil limitar la publicidad en horario infantil.
Tanto más importante es que en la publicidad destinada a padres y niños aparezcan también modelos identificatorios de esfuerzo, ahorro y no consumo en exceso.
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